A través de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) entendemos cómo pensamos acerca de nosotros mismos y de las personas y el mundo que nos rodea. Lo que pensamos sobre las cosas influye directamente en nuestro comportamiento. Si cambiamos nuestros pensamientos, cambiamos nuestros comportamientos y ésta es la clave de la mejoría.
A diferencia de otras terapias, la TCC se centra en problemas y dificultades del “aquí y ahora”, en lugar de centrarse en las causas de la angustia o síntomas en el pasado, buscando la forma de mejorar el estado anímico actual.
Cuando oímos hablar de coaching pensamos en que alguien, el coach, nos va a decir lo que tenemos que hacer y nos va a marcar el camino. El secreto del éxito en las sesiones de coaching es que el coach no aconseja.
No somos consultores. No ofrecemos soluciones basados en nuestro criterio. El protagonista es el cliente. Es él quien mejor se conoce. A través de preguntas creamos conciencia. Desde su realidad saca sus conclusiones. Le ayudamos a abrir perspectiva, a descubrir otras realidades.
El éxito está en sus manos. En ese proceso de acompañamiento derrumbamos barreras, examinamos creencias, analizamos sentimientos. Objetivo a objetivo y en el camino, un profundo proceso de autoconocimiento y crecimiento personal.